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Exhibición lisboeta en Haifa y la mirada de Mourinho hacia el Calcio

El Estadio Sammy Ofer fue testigo de una auténtica demostración de poderío ofensivo por parte del Benfica, que cerró su participación en el encuentro con un contundente 1-6 frente al Maccabi Haifa. Lo que en la primera mitad parecía un duelo disputado, se transformó tras el descanso en un monólogo de las “águilas”, culminando en una goleada de escándalo que dejó a la afición local sin respuesta. El conjunto portugués, insaciable, aprovechó cada concesión defensiva para castigar a su rival, convirtiendo los últimos minutos en un trámite doloroso para los israelíes.

El vendaval de la segunda parte

La resistencia del Maccabi se desmoronó poco antes de la hora de juego. Petar Musa fue el encargado de abrir la brecha definitiva en el minuto 58, conectando un cabezazo imparable a la escuadra derecha tras un centro medido de Alexander Bah. Este tanto, que suponía el 1-2, desató los nervios en el cuadro local, que comenzó a conceder demasiadas faltas en zonas peligrosas.

Aprovechando esta inestabilidad, Alejandro Grimaldo dictó sentencia en el 68. El lateral español ejecutó un libre directo magistral con la zurda, colocando el balón raso junto al palo izquierdo, inalcanzable para el guardameta. Apenas cuatro minutos después, Rafa Silva ampliaba la renta finalizando un pase en profundidad de David Neres, poniendo el 1-4 en el luminoso y dejando el encuentro visto para sentencia.

Lluvia de goles y tensión final

Lejos de levantar el pie del acelerador, el Benfica buscó hacer sangre en el tramo final. Los cambios introducidos por el cuerpo técnico surtieron efecto inmediato; Henrique Araújo, que había entrado por Rafa, se sumó a la fiesta en el 87 rematando desde el centro del área para firmar el quinto. Ya en el tiempo de descuento, João Mário cerró el set con un disparo ajustado desde fuera del área tras asistencia de Chiquinho.

La frustración del Maccabi Haifa se hizo patente en la dureza de su juego durante los últimos compases. El colegiado se vio obligado a mostrar varias cartulinas amarillas, amonestando a Mohammad Abu Fani y a Sun Menachem por juego peligroso, así como a Omer Atzili en las postrimerías del choque. A pesar de los intentos locales, como un cabezazo de Goldberg o disparos lejanos de Tchibota, la superioridad visitante fue indiscutible.

Mourinho analiza la batalla por el Scudetto

Tras este recital en la Champions League, y con la moral reforzada tras haberse impuesto al conjunto de Antonio Conte en la competición europea, José Mourinho, actual técnico del Benfica según los informes, aprovechó la coyuntura para repasar la actualidad de la Serie A. La lucha por el título en Italia se presenta más apretada que nunca, con el AC Milan y el Nápoles compartiendo la cima y el Inter pisándoles los talones a solo un punto de distancia.

El técnico portugués se mostró cauto a la hora de señalar un claro favorito, aunque destacó el potencial de sus rivales. Según sus palabras, tanto el Inter de Cristian Chivu como el Nápoles cuentan con plantillas de primer nivel y un potencial enorme para alzarse con el trofeo. Sin embargo, Mourinho quiso poner el foco en un factor que podría resultar determinante de cara al final de temporada: el calendario.

La ventaja estratégica del Milan

Para el entrenador luso, el AC Milan parte con una ligera ventaja logística. Elogió la figura de Massimiliano Allegri, destacando que, al jugar solo un partido por semana, tiene la capacidad de preparar los encuentros con mayor minuciosidad, a diferencia de Chivu y Conte, que deben gestionar el desgaste de sus plantillas en múltiples competiciones.

A pesar de su pasado interista, Mourinho no pudo ocultar sus colores. Confesó que, en un mundo ideal, le encantaría ver a la Roma levantando el título, llegando a asegurar que iría al Circo Máximo a celebrarlo. No obstante, su análisis realista sugiere que el Scudetto será cosa de tres, augurando un final de temporada de infarto en el fútbol italiano.